¿Te has preguntado cómo las grandes empresas han llegado a sus más altos niveles? Si bien todas partieron de una idea, este tipo de negocios tuvieron que aprender a través de la prueba y el error hasta encontrar el mejor método para alcanzar el éxito.
¿Pero qué método es el más efectivo y por qué, cuántos existen, y cuál será el más funcional para nuestros negocios?
Dicen que el éxito es la cosa más aburrida del mundo, ya que es la repetición constante de lo que sabemos que funciona y ha sido comprobado. La cuestión está en cómo llegar a ese anhelado lugar aburrido y sistemático…
Definitivo, cada empresa desarrolla sus propias estrategias. Con base en la comprobación, el error y la asertividad, logran crear una estructura funcional que los lleve a resultados medibles y mejorables.
Aquí te sugerimos 4 bases importantes para el emprendimiento de un negocio funcional e inteligente desde el nacimiento.
FUNDAMENTO
Ten claro el objetivo de tu negocio (el gran, ¿para qué? ¿Qué quiero lograr con esto? Misión)
¿A quién está dirigido? (quién es tu segmento meta o clientes potenciales)
¿Cuál es tu diferenciador? (¿por qué harían negocios contigo? ¿qué te diferencia del resto?)
¿Qué tipo de negocio quieres ser? (pequeña, mediana o grande empresa, local o internacional)
Visión de negocio (corto, mediano o largo plazo)
PLANEACIÓN
¿Por dónde comienzo? Redacta una lista de prioridades y ponles fecha de ejecución, desde la creación de tu marca hasta tu manual corporativo, gastos, números y administración de tiempo (asesórate y capacítate).
Haz un business plan. Revisa en dónde estás situado hoy, en qué plazo quieres lograr ciertas metas, haz una planeación financiera de lo que requieres y en qué será distribuido para evitar gastos hormiga o fugas de recursos y respétalo.
Organigrama. Ten clara la estructura interna del negocio, qué rol juega cada persona que colabora contigo. Asume responsabilidades y aprende a delegar. Recuerda que el tiempo es el único recurso no renovable.
EJECUCIÓN
Una vez que tengas un plan de acción, llévalo a cabo en tiempo y forma respetando las fechas.
Base de administración medible. Aunque estés comenzando ponte un sueldo y respétalo, determina los gastos, sueldos, inversiones, utilidades e impuestos, pues serán la principal base para comenzar a generar una reserva matemática como empresa que te ayude a sopesar imprevistos.
No dejes para mañana el equipo que puedes conformar hoy. No juegues a ser todólogo, por eso existen especialistas en cada ramo, inicia en medida de lo posible con la base más importante y después crece tu equipo. Invierte al menos de manera inicial en un buen asistente, un buen contador, administrador y algún coach financiero.
MEDICIÓN
La magia de reportar. Recuerda que, “lo que no se puede medir, no se puede mejorar”. Genera el hábito de la medición (mensual, trimestral y anual). Dicen que aquello que es ejecutado en tiempo y forma, genera resultados. Pero aquello que es ejecutado y reportado, mejora exponencialmente.
Ponte objetivos y metas de crecimiento periódicamente y mídelos. Los reportes servirán como una guía para saber qué hiciste bien cuando generaste los mejores resultados y así poder establecer metas y objetivos cada vez más altos.
Crear una medición constante, te ayudará incluso a generar más utilidades para reinvertir o incrementar el patrimonio, cómo usar los impuestos a tu favor, el factoraje o instrumentos de deuda como elementos esenciales para tu negocio.
Gracias una vez más por leernos y si llegaste hasta aquí, quiere decir que cada vez estás más cerca de tener éxito en lo que elijas emprender, pues, al final, la estructura es la base para cualquier idea que desees ejecutar. Es un gusto recibirte en la comunidad Crédito Real.