Cuando hablamos de emprender, la mayoría de las veces tenemos juicios o consideraciones económicas o sociales incluso “por ser mujeres” que terminan por hacernos desistir de la idea, orientando nuestras metas y sueños a lo “menos riesgoso” o dejándolo en planes inconclusos sin fecha o estructura. Pero te tengo una noticia MUJER REAL si elegiste tomar la decisión de desarrollar o emprender una idea es porque inconscientemente tienes claro que puedes lograrlo, que tienes las habilidades, capacidades o sabes que las desarrollarás, por eso hoy te decimos que tu eres el capital más asertivo de tu emprendimiento.
¿Recuerdas la frase de que “una mujer es capaz de hacer muchas cosas a la vez y hacerlas todas bien”? Pues sí hoy ubicas esto como una habilidad para tu negocio felicidades, estás en el camino y lugar correcto para tu emprendimiento.
La primera pregunta que debemos hacernos es: ¿realmente requerimos una inversión fuerte o un capital económico propio para comenzar?
Para iniciar, debemos tener claro que la característica principal del capital es generar más valor, es decir, si nosotras somos la base del negocio, nos convertimos en el activo más importante, pero, ¿qué tanto sabes venderte o capitalizar tus ideas?
Lo primero es detectar qué habilidades posees como vendedora o negociador a nivel cognoscitivo, de comunicación y negociación, con el objetivo de que inversionistas, clientes o instituciones crediticias te vean como una posibilidad de negocio sin necesidad de que tú inviertas capital económico desde un principio.
El siguiente paso es estructurar tus ideas, entender por qué sí son rentables, relevantes a la sociedad y con un diferenciador claro. Es la estructura lo que le da composición a lo que pensamos como posibilidad de negocio para hacerlo tangible y comenzar a materializarlo.
Empieza por aterrizar bien la idea, continúa hacia un plan de acción a corto, mediano y largo plazo para la creación, producción, distribución y venta, hasta la medición de resultados que muestren un claro business plan con temporalidad para mostrar seguridad con los inversionistas, compradores o instituciones.
En conclusión, todo tu proyecto de emprendimiento inicial debe estar basado en que tú seas el capital más valioso y asertivo a través de mostrar tu gran diferenciador, saberlo seguro y rentable con fundamentos bien sustentados. Ya que esto te destacará como una verdadera emprendedora, empresaria o precursora de ideas y estrategias de negocio.
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