Cuando elegimos emprender, formar una red de proveedores de servicios es básico. Es fundamental tener claro qué cualidades son indispensables en nuestros proveedores: responsabilidad, formalidad, puntualidad, costos justos y competitivos.
El reto está en cómo elegirlos. Cómo saber quién es el indicado para formar una relación a largo plazo, y sobre todo, entender que, como empresarias, también debemos convertirnos en una oportunidad para ellos de formar relaciones sólidas a mediano o largo plazo.
Una evaluación de proveedores es un análisis de determinados parámetros para calificar y clasificar mediante su funcionamiento y rendimiento.
El paso número uno será buscar a tus proveedores. La forma más habitual de encontrarlos, es mediante recomendaciones, buscarlos por internet o publicar nuestros requerimientos. También puedes recurrir a los proveedores de tu competencia para tener un margen de comparación y garantizar la misma calidad.
Una vez con una lista de proveedores a evaluar, es importante determinar cómo serán evaluados. Existen muchas formas y métodos que te facilitarán este trabajo, pero lo mejor es que tu puedes crear tu propia evaluación sin olvidar incluir los siguientes criterios:
Precios: Podría parecer el medidor más obvio y el que adquiere mayor importancia al momento de tomar la decisión, pero es muy importante al momento de decidir, no siempre escoger el más barato, sino el más competitivo y justo versus la calidad. Si sólo nos basamos en el precio, podría generar más gastos a la larga por mala calidad o defectos en lo solicitado, más tiempo y cambios. Recordemos que: tiempo es dinero.
Calidad: La calidad del producto debe estar en total sinergia con el fin a realizar (funcionalidad). Es muy importante identificar la calidad y el propósito del producto o servicio que vamos a ofertar, para determinar la materia prima que vamos a utilizar. Es decir, la calidad se basa en tener un equilibrio funcional, útil y a costo competitivo, con el fin de que nuestros clientes lo consideren como mejor opción. “No esperamos toallas de hilo egipcio en una alberca, pero sí toallas que sequen”.
Plazos: Es muy importante determinar los plazos de entrega. Si un proveedor te ofrece la mejor relación calidad-precio pero no tiene la capacidad para cumplir con tus plazos de entrega, no es un proveedor para ti.
Lo ideal es generar acuerdos escritos y legales donde se asegure que puede ofrecerte entregas en tiempo y forma, según lo convenido.
Para este punto, se sugiere hacer una prueba que no represente tanto gasto o pérdida en caso de retraso.
Servicio: El servicio que nos brinda nuestro proveedor, es aquel que en el ciclo de ventas se conoce como pre y post venta, el cual es vital para conocer el nivel de respuesta que obtendremos de él previo a compra.
Es decir, conocer su formalidad, respuesta y cumplimiento a los acuerdos, comunicación previa, durante y post proceso, claro entendimiento y, finalmente, seguimiento.
En conclusión, los proveedores son uno de los pilares en nuestros negocios, por lo cual es importante considerar opciones y variedad de especialistas en el ramo que necesitemos para poder siempre seleccionar al perfil que vaya más ad hoc con nuestros requerimientos por proyecto.
Soy mujer, soy real, soy Mujer Real.
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