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Cómo deducir impuestos con los gastos de tu auto

Los vehículos son uno de los bienes más usados por las empresas, y también de los más fiscalizados. Sin embargo, hay formas de deducir impuestos con los gastos de tu auto. Conócelas a continuación.

Los gastos de mantener o renovar un auto o una flotilla no necesariamente implican una descapitalización para las empresas. Si obtienes vehículos para tu compañía mediante el arrendamiento, este tipo de erogaciones te ayudan a pagar menos impuestos.

 

Además, mantener actualizada tu flotilla vehicular te permitirá obtener ventajas como:

  • Menos gastos en reparaciones. Los vehículos obsoletos requieren mayores gastos en sustitución de piezas.
  • Entregarás tus mercancías a tiempo o sin interrupciones por fallas mecánicas.

 

Además, al comprar un vehículo obtienes otra ventaja que es la depreciación fiscal. Esta se traduce como la recuperación de tu inversión en el activo fijo, de acuerdo con la definición ofrecida por Clara Elena Valladares Sánchez, investigadora en contabilidad administrativa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

Esto se aplica de la siguiente forma: el cálculo anual del Impuesto Sobre la Renta ISR considera –entre otros aspectos– el valor de tus activos fijos, como por ejemplo un vehículo. Conforme pasan los años el valor del bien disminuye (se deprecia), y con ello disminuye el cálculo –y pago– del ISR. Esto se verá reflejado en la declaración anual ante el SAT.

Sin embargo, esta ventaja fiscal es insuficiente comparada con la que puede ofrecerte el arrendamiento de autos, camiones o flotillas. Debes recordar que el arrendamiento es la renta de un bien por determinado tiempo, con la opción de compra al finalizar el contrato, o bien, la renovación de este.

Cada pago mensual es deducible para el ISR al considerarse un gasto operativo. Además, los gastos de tu auto son deducibles de impuestos, como el mantenimiento o combustibles, e incluso el seguro de autos obligatorio es deducible de impuestos.

Como sabes es importante mantener actualizados tus activos fijos, en especial los automotrices por la rápida devaluación. Una forma de renovar tus vehículos sin descapitalizarte y además con amplias ventajas como los gastos deducibles de impuestos es el arrendamiento.

 

Para acceder al arrendamiento:

 

  1. Sólo acude a la concesionaria y solicita una cotización de las unidades por las que estés interesado
  2. Presenta la cotización a la arrendadora
  3. Obtendrás un plan de pagos y condiciones
  4. Presenta los documentos necesarios para terminar la operación
  5. Disfruta de los beneficios de tener tu flotilla vehicular renovada

 

Haz crecer tu negocio mediante la renovación de activos.


Fuentes: Diario Oficial de la Federación, Servicio de Administración Tributaria (SAT), Ley del Impuesto Sobre la Renta (LISR)

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