Esta vez queremos hablar de un tema fundamental para la planeación de tu negocio, y es que muchas veces no tenemos claro cuánto ganamos versus lo que gastamos y en vez de generar utilidad, vivimos sobreviviendo de nuestros negocios.
Hoy explicaremos cómo hacer un presupuesto adecuado para tu empresa. Primero debemos entender que el presupuesto es un plan operativo expresado en una temporalidad (por lo regular anual) que debe hacerse idóneamente al inicio del periodo que lo enmarca (el año). El objetivo es tener una meta medible que refleje un crecimiento con respecto a años pasados.
El presupuesto es una herramienta que si se utiliza adecuadamente puede fortalecer un plan de acción a corto y largo plazo que te ayude a tomar decisiones y aumentar la productividad para hacer tu empresa cada vez más rentable.
5 puntos básicos para elaborar un presupuesto financiero
1.- Determina la proyección de tu negocio
Una parte esencial antes de empezar con los números es crear la proyección de tu empresa. ¿Cómo te ves a corto, mediano y largo plazo? Plantea tus metas para generar motivación y dirección para lograrlas.
Analiza las tendencias del mercado y adáptalas a tus proyecciones para ir acorde al crecimiento planeado. Compara dicho crecimiento con tus estados anteriores e identifica en dónde necesitas hacer ajustes. Es importante también al definir tus metas, determinar el presupuesto que le designarás a cada una.
2.- Proyecta tus ingresos y ventas
Determina cuánto dinero ingresará a tu empresa, evalúa:
- Proyecciones de venta
- Target de venta
- Competencia (incluye a la competencia internacional)
- Capacitador operativa
Prevé a partir de esta información tus posibles escenarios de venta, tanto satisfactorios como no satisfactorios, para crear posibilidades de acción y reacción a las múltiples situaciones probables.
3.- Presupuesta los gastos de la compañía
Es importante que tengas las herramientas necesarias para el seguimiento puntual y correcto de tus gastos, como inversiones y salidas de dinero. Este proceso te permitirá asignar asertivamente los recursos a las áreas correspondientes y necesarias. Contempla los proyectos planeados así como una reserva para imprevistos, esto producirá solvencia dentro de tu empresa.
4.-Plantea el flujo de efectivo proyectado
Esta plantación respalda el movimiento de efectivo en la empresa, manteniendo una estructura organizada frente a las obligaciones de pago. Dentro de la planeación del flujo de efectivo se consideran dos métodos, indirecto y directo.
Indirecto: se divide el flujo en tres tipos, flujo operativo, flujo de inversión y flujo de financiamiento. Es necesario contar con el balance general y estado de resultados de los últimos dos años.
Directo: se identifica el efectivo recibido y los pagos en efectivo realizados a través de la operación de la empresa. El efectivo recibido menos el efectivo que salió da como resultado el efectivo neto procedente de la operación considerando utilidad neta.
5.-Programación de revisiones continuas
Recuerda que no lo que no se mide no se puede mejorar. Es crucial evaluar los resultados periódicamente para poder reestructurar el plan y generar las modificaciones necesarias.
Es la estructura financiera aunada al conocimiento de tus balances y estados de cuenta lo que gestará mejores proyecciones y presupuestos para afrontar los cambios y ganar competitividad en el mercado.
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